Hace un par de semanas hice un viaje a Santiago para asistir a un curso básico para elaborar cerveza artesanal. Si bien el curso era bastante intensivo (1 día) me sirvió para tener una buena aproximación sobre los conceptos fundamentales y aspectos prácticos para elaborar cerveza en casa. Puedo comentar que el lugar donde se desarrolla el curso tiene una infraestructura bastante pobre, lo cual defrauda. A pesar de esto el matrimonio que hace el curso tiene la experiencia y conocimiento necesario para introducir el tema y quedar con lo básico para poder partir. Al terminar el día puedes ver e incluso comprar el kit de insumos necesarios para hacer tu primera cerveza.
Cuento aparte son la diversidad de especímenes que llegan a tomar el curso. En una sala chica entramos quince sujetos de diferentes procedencias. Aunque la mayoría era de Santiago habíamos varios de provincia; Concepción, Constitución y otro de Río Manso(?) . Dentro del perfil del alumnado había universitarios, profesionales jóvenes, emprendedores eternos sin triunfos evidenciables y un señor de la tercera edad que por sus preguntas se podía deducir que no estaba entendiendo nada. Después de pasar la jornada interactuando con estos compañeros, uno puede especular quienes tendrán la perseverancia necesaria y lograrán algún día degustar su propia cerveza.
Ahora cuando tomo una Kunstmann o una Blest trato de discriminar cual es el aporte del lúpulo en el sabor, amargor y aroma. Puedo entender el significado de la combinación de distintos tipos de malta para lograr otros colores y texturas. Saber cómo corregir la dureza del agua es importante. Espero más adelante poder asistir a alguna degustación de cerveceros artesanales y sentir el resultado de diferentes recetas.
Por lo pronto debo conseguir el espacio necesario para instalar los equipos y recipientes que permitan dejar fermentando esta apetecida bebida.
(Minicervecería, Santa Rosa 83, Local C1, Santiago Centro. www.minicerveceria.com)
Cuento aparte son la diversidad de especímenes que llegan a tomar el curso. En una sala chica entramos quince sujetos de diferentes procedencias. Aunque la mayoría era de Santiago habíamos varios de provincia; Concepción, Constitución y otro de Río Manso(?) . Dentro del perfil del alumnado había universitarios, profesionales jóvenes, emprendedores eternos sin triunfos evidenciables y un señor de la tercera edad que por sus preguntas se podía deducir que no estaba entendiendo nada. Después de pasar la jornada interactuando con estos compañeros, uno puede especular quienes tendrán la perseverancia necesaria y lograrán algún día degustar su propia cerveza.
Ahora cuando tomo una Kunstmann o una Blest trato de discriminar cual es el aporte del lúpulo en el sabor, amargor y aroma. Puedo entender el significado de la combinación de distintos tipos de malta para lograr otros colores y texturas. Saber cómo corregir la dureza del agua es importante. Espero más adelante poder asistir a alguna degustación de cerveceros artesanales y sentir el resultado de diferentes recetas.
Por lo pronto debo conseguir el espacio necesario para instalar los equipos y recipientes que permitan dejar fermentando esta apetecida bebida.
(Minicervecería, Santa Rosa 83, Local C1, Santiago Centro. www.minicerveceria.com)