lunes, 21 de mayo de 2007

Sobre la nueva ley del tabaco

Humo de pipa

Cada vez que enciendo la pipa no puedo menos que consagrar un recuerdo al doctor, que me ha dicho:
- No fume usted. El tabaco le hace daño. Hay una intoxicación manifiesta en su organismo, etc, etc,…
Con una mirada bizca observo entonces la pipa, y la veo como un pequeño embudo por el que la muerte me va entrando en el cuerpo. A cada chupada soy un poquito más cadáver que antes.
Es un suicidio que tiene la ventaja de no caer en las disposiciones punitivas del Código.

Además, yo no hago por matarme, sino por escribir. En el fondo de cada pipa hay un artículo. Los hombres de ciencia no lo saben, porque el análisis químico, grosero y materialista, no alcanza a aislar las ideas. No aparece en el tabaco, ni en la nicotina, ni en el humo. El artículo viene a ser un subproducto que los químicos desprecian por inútil. Yo también creo que es inútil pero he encontrado la forma de venderlo. Las empresas periodísticas, con un criterio parecido al de las Compañías de Seguro, se encargan de indemnizar la pequeña dosis de vida que pierde el operario al extraer, a fuerza de chupadas , esa sustancia inmaterial que fluye del tabaco y, después de algunas vueltas por el alambique del cerebro, logra fijar en el papel mediante un poco de tinta.

A mi me pagan, pues, por suicidarme, y lo hago valientemente y a conciencia. Mas ¿ acaso no ocurre lo mismo en todos los ramos del trabajo? ¿Qué es el cansancio si no una intoxicación?

El más elemental fatalismo aconseja creer, por lo demás, que cada individuo que llega al mundo viene calculado para cumplir tal o cual misión, por modesta e insignificante que sea. El coleccionista de sellos llamado a pegar 10.324 estampillas en un álbum, morirá acaso en el instante que, con la lengua afuera,se disponga a humedecer el sello numero 10.325, con la misma seguridad con que el obrero sentirá que se le cae la barreta de las manos al dar el último golpe que el destino le tenía señalado. No se conoce el caso de ningún operario que haya dado un barretazo después del último.

Con un poco de fatalismo se puede, por tanto, seguir fumando sin preocupaciones.
¿Cuantas cachimbas o, sustituyendo por cantidades iguales, cuántos artículos me quedarán todavía por vaciar en el papel?
Ni el propio administrador de este diario, que es, sin duda, uno de los más interesados en saberlo, podría decirlo con certeza.

Sólo se que el trozo de vida que me falta por recorrer se va acortando a cada aspiración de nicotina, y siento vagamente la impresión de ser una locomotora que se va acercando a la meta; una locomotora que marcha resuelta a su destino entre azules bocanadas. Cuando llegue a la estación el viento habrá barrido el humo y no quedará rastro de su paso.

Con el último resoplido habrá salido también la última bocanada de humo azul.
Es triste ser una máquina que funciona con nicotina; pero ¿qué se le va a hacer?


Jenaro Prieto , Diario Ilustrado 1931.

martes, 15 de mayo de 2007

Buzz Lightyear a Comando Estelar

Con la ayuda de algunos utilitarios bajados de la red edité un real tone para mi celular. Dura alrededor de 30 segundos y está hecho a partir de una canción del grupo YES (To be Alive).
Tomé 15 segundos del inicio de este tema, los invertí para que se reprodujeran en sentido inverso y los uní a los 15 segundos al derecho.
Con un grabador portátil de MP3 capturé la voz de un juguete llamado Buzz Lightyear.
La voz dice así: "Buzz Lightyear a Comando Estelar... Adelante Comando Estelar!".
Este mensaje lo depuré con un utilitario para dar eco y atenuación.
Finalmente hice una mezcla del mensaje tratado con el tramo de canción y logré un real tone muy ...
Es feo que yo lo diga, tendrán que escucharlo y verlo, el video vino después como una consecuencia ineludible.

En la foto Alonso a los 3 años y 7 meses en diciembre de 2006.